IGLESIA ESCATOLOGICA
Interconectando al pueblo con los nombres de Dios y sus promesas
en Cristo Jesus como elegidos en su divina predestinación y providencia. 2 Corintios 1.20: “Pues tantas como sean las promesas
de Dios, en EL todas son sí. Por eso también por medio de Él, es nuestro Amen (así
sea), para la gloria de Dios por medio de nosotros.” NBLH 20: “Pues todas las promesas (acciones públicas)
hechas por Dios han tenido su si en él; y por eso decimos por el
<<Amen>> a la gloria de Dios.” BJLA 20: ὅσαι γὰρ ἐπαγγελίαι θεοῦ, ἐν αὐτῷ
τὸ ναί· διὸ καὶ δι’ αὐτοῦ τὸ ἀμὴν τῷ θεῷ πρὸς δόξαν δι’ ἡμῶν. NA 28
Promesas que podemos disfrutar en nuestro caminar con El: Números 23.19: Dios no es hombre, para que se
arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará? ¿Ha hablado, y no lo cumplirá?,
Habacuc 2.3, Gálatas 3.16, Romanos 9.3-5:
…El
Cristo (el Mesías), el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los
siglos. Amen, 2 Corintios 7.1, Hebreos 8.6, 2 Pedro 1.4, 3.7-13, Salmo
119.140, 148, 145.13. Por medio de una espiritualidad carismática del Espíritu
en participación con la misionologia de Dios
(escatológica y profetica); que es para todo el cuerpo de IGLESIA. Alimentándose
de la teología contextual concebida entre la diversidad cristiana como resultado
del entrevisto misionero “inter-denominacional”
por el Reino de Dios ósea Ecuménico por
el Reino de Dios” (desde el fundamento bíblico) de comprender
y experimentar la UNICIDAD y UNIDAD del
nombre de Dios. Momentos que la iglesia es transformada por su santidad:
JESUCRISTO EL SANTO DE ISRAEL al santificarse en la invocación del santo nombre
del Señor. ¡Tomando en cuenta toda la
gente sin discriminar su tradición cristiana! Que la misión de la oración de intercesión en misión siempre es incluir les y juntos dale CULTO al NOMBRE de JESUCRISTO, quien no excluye al pecador arrepentido de sus pecados. Pues nuestro deber es simplemente presentarles la buena noticia
del NOMBRE a los demás con ágape. Dejando que Él se introduzca así mismo en las
personas como El Padre Eterno, “Porque
un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, sobre cuya espalda reposa el
principado y cuyo nombre se llamara <<Consejero maravilloso, El Fuerte,
PADRE ETERNO, Príncipe de la
paz>>. Isaías 9.5 (6) Sagrada Biblia,
BAC.